1. Comienza el día con buen pie
La forma en la que comienzas el día va a marcar de manera significativa tu estado de ánimo para toda la jornada. Levantarte temprano y entrar en actividad inmediatamente al despertar tendrá un mejor efecto sobre tu día que si te quedas “5 minutos más” en la cama dando vueltas o mirando al techo.
Salir de la cama todos los días a la misma hora, hacer un poco de ejercicio, darse una ducha, preparar el desayuno o pasear al perro son buenas formas de comenzar el día activamente, pero no son las únicas opciones. Encuentra una forma de activarte desde el mismo momento en que despiertas.
2. Fija objetivos
El primer paso para alcanzar objetivos es tenerlos bien definidos, y en este punto las listas pueden ser tus mejores amigas. Haz listas para todo, de esta manera es poco probable que se te escape algo importante y la satisfacción de completar tareas a lo largo del día te mantendrá enfocado y motivado.
Mi recomendación es mantener 3 listas:
- La primera lista debería tener las tareas más importantes del día, es decir, a las que debes poner mayor esfuerzo y que deberían estar completas al final de la jornada.
- En la segunda lista puedes mantener las tareas que te gustaría completar durante el día, pero no son necesariamente las más importantes, en otras palabras, las que realizarás si tienes tiempo luego de haber acabado con la primera lista,
- Por último, en la tercera lista puedes mantener las cosas menos importantes, pero que deberías completar en algún momento de la semana o del mes, como por ejemplo, el recordatorio de pagar los servicios públicos o la tarjeta de crédito.
Lo ideal es actualizar estas listas diariamente, bien sea al final de la jornada o justo antes de arrancar a trabajar.
Con la infinidad de aplicaciones web y móviles disponibles en la actualidad resulta muy simple crear y mantener listas, mis favoritas Evernote, Astrid y Wunderlist.
3. Apaga las redes sociales
Si bien mantenerse conectado es algo importante, sobre todo para los freelancers, las redes sociales pueden convertirse fácilmente en asesinas de productividad ¿cuántas mañanas has perdido gracias a un enlace que conseguiste en un tweet?
Existen varias técnicas para gestionar el tiempo de manera efectiva, una de ellas -y mi favorita- es la técnica Pomodoro, que permite alternar entre bloques de trabajo y pequeños descansos con el objetivo de que el tiempo alcance para todo, además de reducir los bloqueos mentales y la fatiga por exceso de trabajo.
La idea es que consigas una rutina que te permita sacar el mayor provecho de tus horas más productivas, dejando los pequeños descansos para revisar las redes sociales, enviar un par de mensajes, hacer una llamada telefónica o responder un email. En los bloques de trabajo olvídate del Twitter, Facebook y cualquier otra distracción.
4. Genera una buena atmósfera de trabajo
El hecho de estar en casa te otorga una oportunidad de oro que no encuentras como empleado de una oficina y es precisamente la posibilidad de crear una atmósfera que te haga sentir totalmente cómodo.
Poner tu música favorita al volumen que quieras, trabajar en el comedor, en la sala o en el jardín son algunas ventajas de trabajar en casa, de hecho, cambiar “la oficina” de sitio te ayudará a generar nuevas ideas y a estar despierto.
Si vives acompañado es necesario que tus familiares o compañeros conozcan tus reglas y horarios, de manera que eviten interrumpirte en medio de un bloque de trabajo. Si trabajas desde la habitación o tienes un espacio destinado para la oficina, cerrar la puerta es una buena opción.
5. Crea un sistema de recompensas
Si te cuesta mucho adaptarte a una técnica de gestión de tiempo específica, un sistema de recompensas puede resultar útil y ayudarte a estar motivado.
El sistema de recompensas consistiría básicamente en premiarte por cada tarea finalizada. Puede ser algo tan simple como darte tiempo para ir a la cocina por una fruta, despejarte un poco mirando por la ventana y tomando aire puro o en general cualquier cosa que te haga sentir bien y te motive a continuar con el trabajo.
Debes tener cuidado con el tiempo que te toma disfrutar de la recompensa, recuerda que debes volver al trabajo y que cualquier cosa que tome más tiempo de lo debido puede convertirse rápidamente en una distracción y no es eso lo que buscas.
6. No olvides a tus amigos
Ya había advertido que algunos consejos pueden parecer contradictorios, y si aún tienes en mente el número 3, estás a punto de ver por qué.
Aunque ya hablé de lo importante de desconectarse y apagar las redes sociales, una de las dificultades que puedes encontrar al trabajar de forma independiente desde casa es contar una segunda opinión. Los amigos y antiguos compañeros de trabajo son muy importantes. No dudes en escribirles, mostrarles el trabajo que estás haciendo y solicitarles su opinión. Trabajar desde casa no significa que se debe estar aislado del resto del mundo.
Atención, los amigos también son importantes para compartir los momentos de ocio y los fines de semana donde -se supone- no debería haber trabajo. Compartir unas cervezas, una buena comida y una charla sobre algo totalmente alejado del trabajo también te ayudará a salir de la rutina. No te olvides de tus amigos y la gente que te rodea fuera del trabajo.
7. Crea un flujo de trabajo y respétalo
Todo proyecto, independientemente de su tamaño, debe seguir una serie de pasos. Comenzando por una entrevista con el cliente, un levantamiento y análisis de requerimientos, presentar un presupuesto y elaborar un contrato.
Es muy fácil conseguirse con clientes que quieren algo “simple”, y nosotros convencidos de nuestras capacidades podemos aventurarnos a dar un precio “X” por asegurarnos ese proyecto rápidamente, pero basta con saltarse un solo paso del proceso para que las posibilidades de que algo salga mal se disparen.
No permitas bajo ninguna circunstancia que el flujo de trabajo se altere, además de reducir el margen de error le mostrarás a tu cliente que eres profesional en lo que haces. Dentro de tu proceso de trabajo normal, establece fechas claras de entrega y cumple con ellas.
8. No te hagas adicto al trabajo
La mayoría de personas que trabajan desde su casa -aunque bien podría hablar de la totalidad- aman el trabajo que hacen y lo disfrutan de manera tal que no existen límites de horario, por lo que volverse adicto al trabajo resulta muy fácil para algunos.
Que exista una flexibilidad en los horarios no significa que debes trabajar ilimitadamente, debes mantener horarios y respetarlos. Si decides que tu jornada laboral termina a las 18:00, no te extiendas más allá de esa hora. Si estás organizado y cumpliendo con tus bloques de trabajo de manera regular no deberías tener que trabajar extra para poder completar una tarea. Si se queda una tarea pendiente, esta debería encabezar la primera lista del día siguiente.
Aprovecha el final de la jornada de trabajo para repasar los objetivos alcanzados y fijar nuevas metas. Luego de esto, ve al cine, comparte con tu familia o simplemente relájate en el sillón.
9. Cuida tu salud
Muchos de los que trabajamos de manera independiente y desde casa podemos pasar muchas horas del día frente al ordenador, totalmente sumergidos en el trabajo y prestando poca atención a nuestra salud.
Trata de ejercitarte regularmente, hacer algún tipo de ejercicio no solo ayuda a gozar de buena salud física, también contribuye a la salud mental. Es importante contar con una silla que ofrezca un buen soporte a la espalda y que cuente con apoyabrazos, de esta forma el cuerpo tendrá una posición más cómoda y no se generará tensión adicional e innecesaria.
Los descansos son necesarios, aléjate del monitor por unos minutos si te encuentras cansado.
10. Entrega lo mejor de ti cada día
Para cerrar, he dejado el que para mí es el más importante de los consejos de esta lista. Si decides tomar solo uno, espero que sea éste.
El hecho de que no tengas a una persona vestida de traje dándote ordenes todo el día, no significa que no estás trabajando. Tus clientes te están pagando y esperan que tu comportamiento sea el de un profesional. Ser freelancer -a diferencia de lo que muchos piensan- es un trabajo real y tus clientes esperan resultados tangibles.
Asume tu trabajo con responsabilidad, esto no es la escuela donde podías dejar la tarea a un lado y luego echarle la culpa al perro. Trabaja duro y construye una buena reputación. Si fallas, no solo perjudicas tu imagen sino que también afectas la confianza que pueda tener la gente sobre otros trabajadores independientes.
Si trabajas duro, al final de la jornada puedes sentirte orgulloso de haberte ganado todo lo que tienes por el simple hecho de hacer las cosas bien.